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Biología-Geografia.

La Biología, es la ciencia que estudia la vida, desde el origen de los organismos, evolución, nutrición, morfogénesis y reproducció...

viernes, 2 de septiembre de 2016

Ciclos Biogeoquímicos


Los Ciclos Biogeoquímicos se derivan del movimiento cíclico de los elementos que forman los organismos biológicos (bio) y el ambiente geológico (geo) e intervienen en un cambio químico. Son procesos naturales que reciclan elementos en diferentes formas químicas desde el medio ambiente hacia los organismos, y luego a la inversa. Agua, carbón, oxígeno, nitrógeno, fósforo y otros elementos recorren estos ciclos, conectando los componentes vivos y no vivos de la Tierra.


Hay tres tipos de ciclos biogeoquímicos interconectados:

    En los ciclos gaseosos, los nutrientes circulan principalmente entre la atmósfera (agua) y los organismos vivos. En la mayoría de estos ciclos los elementos son reciclados rápidamente, con frecuencia en horas o días. Los principales ciclos gaseosos son los del carbono, oxígeno y nitrógeno.

    En los ciclos sedimentarios, los nutrientes circulan principalmente en la corteza terrestre (suelo, rocas y sedimentos) la hidrosfera y los organismos vivos. Los elementos en estos ciclos, generalmente reciclados mucho más lentamente que en los ciclos atmosféricos, porque los elementos son retenidos en las rocas sedimentarias durante largo tiempo, con frecuencia de miles a millones de años y no tienen una fase gaseosa. El fósforo y el azufre son dos de los 36 elementos reciclados de esta manera.

Este ciclamento de los nutrientes desde el ambiente no vivo (depósitos en la atmósfera, la hidrosfera y la corteza de la tierra) hasta los organismos vivos, y de regreso al ambiente no vivo, tiene lugar en los ciclos biogeoquímicos (literalmente, de la vida (bio) en la tierra (geo), estos ciclos, activados directa o indirectamente por la energía que proviene del Sol, incluyen los del carbono, oxígeno, nitrógeno, fósforo, azufre y del agua (hidrológicos).


El planeta Tierra actúa como un sistema cerrado en el que las cantidades de materia permanecen constantes. Sin embargo, sí existen continuos cambios en el estado químico de la materia produciéndose formas que van desde un simple compuesto químico a compuestos complejos construidos a partir de esos elementos. Algunas formas de vida, especialmente las plantas y muchos microorganismos, usan compuestos inorgánicos como nutrientes. Los animales requieren compuestos orgánicos más complejos para su nutrición. La vida sobre la Tierra depende del ciclo de los elementos químicos que va desde su estado elemental pasando a compuesto inorgánico y de ahí a compuesto orgánico para volver a su estado elemental.”


Así pues, toda la “materia prima” necesaria para garantizar el correcto desarrollo de la vida en el planeta se encuentran dentro de nuestra biosfera. Pero todos estos elementos, carbono, oxigeno, nitrógeno, fósforo, azufre, etc., imprescindibles para el metabolismo de los seres vivos, son necesarios en diferentes “formatos” según sus diferentes consumidores. Los productores primarios utilizan directamente la materia inorgánica para nutrirse, convirtiéndola en materia orgánica, utilizada a su vez por los productores secundarios para su desarrollo.
Este continuo “cambio de estado de la materia” hace que ésta deba reciclarse continuamente, con la participación activa de organismos cuya función ecológica es, precisamente, reciclar la materia orgánica a su forma inorgánica, para poder comenzar de nuevo su ciclo de utilización en la naturaleza.


Por referirse a las trayectorias de los elementos químicos entre los seres vivos y el ambiente en que viven, es decir, entre los componentes bióticos y abióticos de la biosfera estos complejos circuitos se denominan ciclos biogeoquímicos.
Gracias a los ciclos biogeoquímicos es posible que los elementos se encuentres disponibles para ser usados una y otra vez por otros organismos; sin estos la vida se extinguiría.


Reciclaje de los Elementos Inorgánicos.

 

Dentro de la basura, los desechos pueden clasificarse en orgánicos e inorgánicos.

En el contexto de la gestión de residuos, el término inorgánico  se refiere a determinado tipo de basura que tarda muchísimo tiempo en degradarse.

Los desechos inorgánicos son aquellos que expuestos a las condiciones ambientales naturales, no vuelven a integrarse a la tierra, por centenas o miles de años.


Entre ellos se encuentra el plástico, las toallitas higiénicas, los pañales, las bolsas plásticas, los envases de vidrio, las latas de aluminio, el poliestireno, etc..

Los llamados desechos inorgánicos  pueden provenir de elementos orgánicos como el petróleo, o inorgánicos como la arena o los metales, su velocidad de degradación es lo que interesa en el momento de la clasificación.

Algunos puntos de vista, consideran que el papel y el cartón son desechos inorgánicos. Esto depende mucho del tipo de papel, por ejemplo el cartón tarda sólo 4 semanas en degradarse, por lo que no sería un problema incluirlo en una compostera (dispositivo donde la materia orgánica se descompone dando lugar  al compost o abono orgánico).


Los desechos inorgánicos que no son reciclados, pasan a alimentar vertederos, dentro de la bolsa de basura que los contiene, aplicando el método de compactación de la basura y su enterrado como relleno sanitario.


Ciclos Biogeoquímicos:


Los Ciclos Biogeoquímicos es un término genérico que designa el recorrido de cualquier sustancia esencial para la vida a través del medio ambiente físico y biológico. El ciclo de los nutrientes es un concepto básico en la ecología. Los ciclos de nutrientes esenciales incluyen los del carbono, el nitrógeno, el oxígeno y el agua.

Hay otros muchos elementos y compuestos esenciales, aunque sólo sea en cantidades vestigiales.
  • Ciclo Hidrológico ó Ciclo del Agua: 
El Ciclo hidrológico o Ciclo del agua es el proceso de circulación del agua entre los distintos compartimentos de la hidrósfera. Se trata de un ciclo biogeoquímico en el que hay una intervención mínima de reacciones químicas, y el agua solamente se traslada de unos lugares a otros o cambia de estado físico. El agua de la hidrósfera procede de la desfragmentación del metano, donde tiene una presencia significativa, por los procesos del vulcanismo. Una parte del agua puede reincorporarse al manto con los sedimentos oceánicos de los que forma parte cuando éstos acompañan a la litósfera. La mayor parte de la masa del agua se encuentra en forma líquida, sobre todo en los océanos y mares y en menor medida en forma de agua subterránea o de agua superficial (en ríos y arroyos). El segundo compartimento por su importancia es el del agua acumulada como hielo sobre todo en los casquetes glaciares antártico y groenlandés, con una participación pequeña de los glaciares de montaña, sobre todo de las latitudes altas y medias, y de la banquisa. Por último, una fracción menor está presente en la atmósfera como vapor o, en estado gaseoso, como nubes. Esta fracción atmosférica es sin embargo muy importante para el intercambio entre compartimentos y para la circulación horizontal del agua, de manera que se asegura un suministro permanente a las regiones de la superficie continental alejadas de los depósitos principales.


Fases: El ciclo del agua tiene una interacción constante con el ecosistema ya que los seres vivos dependen de este elemento para sobrevivir.Y a su vez ayudan al funcionamiento del mismo. Por su parte, el ciclo hidrológico presenta cierta dependencia de una atmósfera poco contaminada y de un grado de pureza del agua para su desarrollo convencional, y de otra manera el ciclo se entorpecería por el cambio en los tiempos de evaporación, condensación.

Los principales procesos implicados en el ciclo del agua son: 


 Evaporación: El agua se evapora en la superficie oceánica, sobre la superficie terrestre y también por los organismos, en el fenómeno de la transpiración en plantas y sudoración en animales. Los seres vivos, especialmente las plantas, contribuyen con un 10% al agua que se incorpora a la atmósfera. En el mismo capítulo podemos situar la sublimación, cuantitativamente muy poco importante, que ocurre en la superficie helada de los glaciares o la banquisa.


Condensación: El agua en forma de vapor sube y se condensa formando las nubes, constituidas por agua en pequeñas gotas.


Precipitación: Se produce cuando las gotas de agua que forman las nubes se enfrían acelerándose la condensación y uniéndose las gotitas de agua para formar gotas mayores que terminan por precipitarse a la superficie terrestre en razón a su mayor peso. La precipitación puede ser sólida (nieve o granizo) o líquida (lluvia).


 Infiltración: Ocurre cuando el agua que alcanza el suelo, penetra a través de sus poros y pasa a ser subterránea. La proporción de agua que se infiltra y la que circula en superficie (escorrentía) depende de la permeabilidad del sustrato, de la pendiente y de la cobertura vegetal. Parte del agua infiltrada vuelve a la atmósfera por evaporación o, más aún, por la transpiración de las plantas, que la extraen con raíces más o menos extensas y profundas. Otra parte se incorpora a los acuíferos, niveles que contienen agua estancada o circulante. Parte del agua subterránea alcanza la superficie allí donde los acuíferos, por las circunstancias topográficas, intersecan (es decir, cortan) la superficie del terreno.


Escorrentía: Este término se refiere a los diversos medios por los que el agua líquida se desliza cuesta abajo por la superficie del terreno. En los climas no excepcionalmente secos, incluidos la mayoría de los llamados desérticos, la escorrentía es el principal agente geológico de erosión y de transporte de sedimentos.


Circulación subterránea: Se produce a favor de la gravedad, como la escorrentía superficial, de la que se puede considerar una versión. Se presenta en dos modalidades:

En la zona vadosa, especialmente en rocas karstificadas, como son a menudo las calizas, y es una circulación siempre pendiente abajo.

En los acuíferos en forma de agua intersticial que llena los poros de una roca permeable, de la cual puede incluso remontar por fenómenos en los que intervienen la presión y la capilaridad.

 Fusión: Este cambio de estado se produce cuando la nieve pasa a estado líquido al producirse el deshielo.


  Solidificación: Al disminuir la temperatura en el interior de una nube por debajo de 0° C, el vapor de agua o el agua misma se congelan, precipitándose en forma de nieve o granizo, siendo la principal diferencia entre los dos conceptos que en el caso de la nieve se trata de una solidificación del agua de la nube que se presenta por lo general a baja altura. Al irse congelando la humedad y las pequeñas gotas de agua de la nube, se forman copos de nieve, cristales de hielo polimórficos (es decir, que adoptan numerosas formas visibles al microscopio), mientras que en el caso del granizo, es el ascenso rápido de las gotas de agua que forman una nube lo que da origen a la formación de hielo, el cual va formando el granizo y aumentando de tamaño con ese ascenso. Y cuando sobre la superficie del mar se produce una manga de agua (especie de tornado que se produce sobre la superficie del mar cuando está muy caldeada por el sol) este hielo se origina en el ascenso de agua por adherencia del vapor y agua al núcleo congelado de las grandes gotas de agua. El proceso se repite desde el inicio, consecutivamente por lo que nunca se termina, ni se agota el agua.


  •     Ciclo del Carbono

El ciclo de utilización del carbono es aquel en el que la energía fluye a través del ecosistema terrestre. El ciclo básico comienza cuando las plantas, a través de la fotosíntesis, hacen uso del dióxido de carbono (CO2) presente en la atmósfera o disuelto en el agua. Parte de este carbono pasa a formar parte de los tejidos vegetales en forma de hidratos de carbono, grasas y proteínas; el resto es devuelto a la atmósfera o al agua mediante la respiración. Así, el carbono pasa a los herbívoros que comen las plantas y de ese modo utilizan, reorganizan y degradan los compuestos de carbono. Gran parte de éste es liberado en forma de CO2 por la respiración, como producto secundario del metabolismo, pero parte se almacena en los tejidos animales y pasa a los carnívoros, que se alimentan de los herbívoros. En última instancia, todos los compuestos del carbono se degradan por descomposición, y el carbono es liberado en forma de CO2, que es utilizado de nuevo por las plantas.


Intercambios Aire- Agua: A escala global, el ciclo del carbono implica un intercambio de CO2 entre dos grandes reservas: la atmósfera y las aguas del planeta. El CO2 atmosférico pasa al agua por difusión a través de la interfase aire-agua. Si la concentración de CO2 en el agua es inferior a la de la atmósfera, éste se difunde en la primera, pero si la concentración de CO2 es mayor en el agua que en la atmósfera, la primera libera CO2 en la segunda. En los ecosistemas acuáticos se producen intercambios adicionales. El exceso de carbono puede combinarse con el agua para formar carbonatos y bicarbonatos. Los carbonatos pueden precipitar y depositarse en los sedimentos del fondo. Parte del carbono se incorpora a la biomasa (materia viva) de la vegetación forestal y puede permanecer fuera de circulación durante cientos de años. La descomposición incompleta de la materia orgánica en áreas húmedas tiene como resultado la acumulación de turba. Durante el periodo carbonífero este tipo de acumulación dio lugar a grandes depósitos de combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas.

Recursos totales del Carbono: Los recursos totales de carbono, estimados en unas 49.000 gigatoneladas (1 gigatonelada es igual a 109 toneladas), se distribuyen en formas orgánicas e inorgánicas. El carbón fósil representa un 22% del total. Los océanos contienen un 71% del carbono del planeta, fundamentalmente en forma de iones carbonato y bicarbonato. Un 3% adicional se encuentra en la materia orgánica muerta y el fitoplancton. Los ecosistemas terrestres, en los que los bosques constituyen la principal reserva, contienen cerca de un 3% del carbono total. El 1% restante se encuentra en la atmósfera, circulante, y es utilizado en la fotosíntesis

  •     Ciclo del Nitrógeno

Es un proceso cíclico natural en el curso del cual el nitrógeno se incorpora al suelo y pasa a formar parte de los organismos vivos antes de regresar a la atmósfera. El nitrógeno, una parte esencial de los aminoácidos, es un elemento básico de la vida. Se encuentra en una proporción del 79% en la atmósfera, pero el nitrógeno gaseoso debe ser transformado en una forma químicamente utilizable antes de poder ser usado por los organismos vivos. Esto se logra a través del ciclo del nitrógeno, en el que el nitrógeno gaseoso es transformado en amoníaco o nitratos. La energía aportada por los rayos solares y la radiación cósmica sirven para combinar el nitrógeno y el oxígeno gaseosos en nitratos, que son arrastrados a la superficie terrestre por las precipitaciones. La fijación biológica, responsable de la mayor parte del proceso de conversión del nitrógeno, se produce por la acción de bacterias libres fijadoras del nitrógeno, bacterias simbióticas que viven en las raíces de las plantas (sobre todo leguminosas y alisos), cianobacterias, ciertos líquenes y epifitas de los bosques tropicales.

El nitrógeno fijado en forma de amoníaco y nitratos es absorbido directamente por las plantas e incorporado a sus tejidos en forma de proteínas vegetales. Después, el nitrógeno recorre la cadena alimentaria desde las plantas a los herbívoros, y de estos a los carnívoros. Cuando las plantas y los animales mueren, los compuestos nitrogenados se descomponen produciendo amoníaco, un proceso llamado amonificación. Parte de este amoníaco es recuperado por las plantas; el resto se disuelve en el agua o permanece en el suelo, donde los microorganismos lo convierten en nitratos o nitritos en un proceso llamado nitrificación. Los nitratos pueden almacenarse en el humus en descomposición o desaparecer del suelo por lixiviación, siendo arrastrado a los arroyos y los lagos. Otra posibilidad es convertirse en nitrógeno mediante la desnitrificación y volver a la atmósfera.


En los sistemas naturales, el nitrógeno que se pierde por desnitrificación, lixiviación, erosión y procesos similares es reemplazado por el proceso de fijación y otras fuentes de nitrógeno. La interferencia antrópica (humana) en el ciclo del nitrógeno puede, no obstante, hacer que haya menos nitrógeno en el ciclo, o que se produzca una sobrecarga en el sistema. Por ejemplo, los cultivos intensivos, su recogida y la tala de bosques han causado un descenso del contenido de nitrógeno en el suelo (algunas de las pérdidas en los territorios agrícolas sólo pueden restituirse por medio de fertilizantes nitrogenados artificiales, que suponen un gran gasto energético). Por otra parte, la lixiviación del nitrógeno de las tierras de cultivo demasiado fertilizadas, la tala indiscriminada de bosques, los residuos animales y las aguas residuales han añadido demasiado nitrógeno a los ecosistemas acuáticos, produciendo un descenso en la calidad del agua y estimulando un crecimiento excesivo de las algas. Además, el dióxido de nitrógeno vertido en la atmósfera por los escapes de los automóviles y las centrales térmicas se descompone y reacciona con otros contaminantes atmosféricos dando origen al smog fotoquímico.

  •     Ciclo del Oxígeno

 El ciclo del oxígeno es complejo, una vez que ese elemento es utilizado y liberado por los seres vivos en diferentes formas de combinación química. El principal reservorio de oxigeno para los seres vivos es la atmósfera, donde ese elemento se encuentra en la forma de gas oxigeno (O2) y de gas carbono (CO2).

El CO2 es utilizado en la respiración aeróbica de las plantas y animales. En este proceso, átomos de oxigeno se combinan con átomos de hidrógeno, formando moléculas de agua. El agua formada en la respiración, llamada como agua metabólica es, en parte eliminada para el ambiente a través de la transpiración, de excreción y de heces y en parte utilizada en procesos metabólicos.De esa forma, sus átomos de oxígeno acaban incorporados a la materia orgánica y pueden volver a la atmósfera por la respiración y por la descomposición del organismo, que producen agua y gas carbono. El CO2 atmosférico es utilizado en el proceso de fotosíntesis. Los carbonos y los oxigenados presentes en el gas carbono pasan a formar parte de la materia orgánica del vegetal y tanto la respiración como la descomposición de esa materia orgánica restituirán el oxígeno a la atmósfera en forma de agua y gas carbono. El agua utilizada por las plantas en la fotosíntesis es rota y sus átomos de oxigeno son liberados para la atmósfera en la forma de O2.

Las tres principales fuentes no vivas de átomos de oxigeno para los seres vivos son por tanto, gas, oxígeno (O2), gas carbono (CO2) y agua (H2O). Esos tres tipos de moléculas están constantemente intercambiando átomos de oxigeno entre si, durante los procesos metabólicos de la biosfera. La biosfera comprende las porciones de tierra, mar y aguas continentales habitadas por los seres vivos. No coincide con la atmósfera, la litósfera o la hidrosfera aisladamente pues abarca a las tres.



El oxígeno puede ser encontrado en la atmósfera bajo varias formas. Sea en la forma de oxigeno molecular (O2) o en composición con otros elementos (CO2, NO2, SO2, etc.) el hecho es que el oxigeno es el elemento mas abundante en la corteza terrestre y en los océanos (99,5% del oxigeno está contenido allí) y el segundo más abundante en la atmósfera (0,49% del oxígeno existente está en la atmósfera, los otros 0.01% están contenidos en los seres vivos). El ciclo de transformaciones del oxígeno por estos reservorios (atmósfera, océano y corteza terrestre) constituye el llamado ciclo del oxígeno que es mantenido por procesos biológicos, físicos, geológicos e hidrológicos.


La principal forma de producción del oxígeno es la fotosíntesis realizada por todas las plantas clorofilazas y algunas algas. La fotosíntesis es un proceso por el cual las plantas transforman agua y gas carbono en la presencia de luz y la clorofila en compuestos orgánicos bastante más energéticos que el oxígeno.

La Clorofila, por su parte, mas allá que las plantas consuman parte de este oxígeno en su propia respiración, la grn cantidad producida por la fotosíntesis puede ser 30 veces mayor que la consumida. Este fue uno de los factores que posibilitó el surgimiento de todas las formas de vida que tenemos hoy en el planeta y el principal repositor de oxígeno para la atmósfera.

Otra forma de producción de oxígeno es la fotólisis: Reacción por la cual la radiación ultravioleta que entra en la atmósfera descompone el agua atmosférica en óxido de nitrógeno.

  • Los Ciclos Biogeoquímicos y los seres vivos.

Los ciclos biogeoquímicos constituyen un modelo excelente del aprovechamiento de la energía y su transformación. Constantemente se reciclan los materiales; de lo inorgánico pasa a lo orgánico y viceversa, en un sinfín de acciones y reacciones en los que participan los factores bióticos y abióticos. Todo este complejo mundo de ciclos y la transformación de los materiales, se incicia con la energía solar, que es la que activa las plantas fotosintetizadoras para que produzcan alimentos reciclados. Absorben CO2 y desprenden oxígeno. Los seres vivos secuestran su fuente de alimentos en el ambiente, en el medio físico. Pero a su vez, los desechos y restos que producen los organismos vivos, sufren una serie de transformaciones que convierten la materia orgánica en sales minerales que se incorporan nuevamente a las plantas que absorben del suelo a través de sus raíces.

Modelo Descriptivo de los Ciclos Biogeoquímicos

En los ciclos biogeoquímicos intervienen los compuestos químicos que circulan, los organismos vivos y los diferentes sustratos donde se realiza el reciclaje o recirculación de las sustancias minerales. La presentación gráfica de cada ciclo permite visualizar con rapidez la complejidad de procesos que allí se efectúan. Por otra parte, se captan rapidamente en síntesis el sentido y los pasos de los diferentes ciclos.

En estos modelos, podemos apreciar no solamente los procesos, sino los organismos que intervienen y los depósitos de nutrientes. Esto facilita el análisis de los procesos y de los organismos que intervienen en los ciclos. Presentamos un modelo general, no específicamente un ciclo determinado, el cual, permite comparar y establecer analogías entre los distintos ciclos.

 4.5. Relaciones entre los seres vivos y su ambiente.

 Los seres vivos están en íntima relación con el medio en el que viven. Por ello, cualquier cambio en el entorno hace que los animales y plantas tengan que adaptarse para sobrevivir. Algunas veces, el instinto heredado les indica lo que deben hacer. En otros casos, reaccionan de forma inmediata según las circunstancias de su entorno.

    Tipos de seres vivos

Hay algunos elementos imprescindibles para el desarrollo de la vida: agua, luz, alimentos... La cantidad y las características de los recursos que hay en un entorno determinado condicionan el tipo de seres vivos que lo habitan. Los seres vivos se pueden clasificar según el medio en el que mejor se desenvuelven. Así, se distinguen tres grupos de animales:


a.- Terrestres. Normalmente cuentan con patas para desplazarse por el suelo, pulmones para respirar oxígeno y una piel que les protege del clima.

b.- Acuáticos. Suelen tener aletas, escamas, formas alargadas y branquias para respirar bajo el agua.

c.- Aéreos. Las aves tienen alas y huesos huecos, más ligeros, que les permiten volar. La mayor parte de los insectos pertenece también a este grupo.



Por su parte, las plantas se pueden clasificar en:

a.- Terrestres. Viven en la superficie terrestre. Poseen raíces que penetran en el suelo para obtener agua.

b.- Acuáticas. Se encuentran en lagos, ríos y mares. Obtienen el agua que necesitan para vivir directamente del medio.

    Adaptación

          Cuando se produce una variación en su medio (como la erupción de un volcán o una sequía muy prolongada), los seres vivos deben adaptarse para sobrevivir. Y no siempre es fácil. Los animales y las plantas tienen recursos muy variados: pueden cambiar de color para ocultarse de un depredador, o desarrollar garras y picos alargados para llegar a los recovecos de los nidos de insectos y poder comérselos.

Este tipo de adaptaciones es resultado de la evolución de la especie y se hereda de generación en generación. Charles Darwin formuló la teoría de la selección natural de las especies. Según su análisis, los ejemplares más fuertes y más capaces de adaptarse al medio son los que sobreviven el tiempo suficiente para reproducirse. Así, son ellos quienes legan sus genes a las generaciones futuras, que heredarán esta mejor adaptación y evolucionarán.


Pero los seres vivos no dependen sólo de su herencia genética para sobrevivir. Si damos de comer a los gatos callejeros durante varios días, enseguida empezarán a reunirse en ese lugar a la hora en que solemos alimentarlos y maullarán pidiendo más. Esta forma de aprender es también un mecanismo de adaptación.


Actividades:

Para complementar la información, te invitamos a observar el siguiente video:


Finalmente ¿Qué aprendiste?   

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